Te oigo hablar y tus oídos
permanecen sordos,
eres mi espejo
pero huyes de tu reflejo…
Me llamas reina
y te sientes mendiga,
te revelas contra mi condena
pero te hundes en tu pena…
Me gritas que merezco el cielo
que nadie mi llanto merece,
en silencio aceptas un infierno
y en el llanto tu alma perece…
Amiga mía no pidas justicia ajena
mientras sin voz te encadenas,
Amiga mía no quieras levantarme
mientras vives de rodillas,
Amiga mía no sirven las palabras
si con el ejemplo no dices nada,
Amiga mía antes de curarme
encuentra en ti la cura…
Dice más un acto que mil palabras,
si abres camino
otras seguirán tus pasos,
Si quieres que camine
camina conmigo,
si quieres que sueñe
despierta primero de tu pesadilla,
de nada sirve un «valórate»
si quien lo grita es cobarde…
Amiga mía yo te miro
como tú me miras,
te siento como me sientes,
Ha llegado el momento
de que las dos emprendamos viaje,
Ponte de pie conmigo
y gritemos con fuerza,
Somos mujeres leyendas
y desde hoy que el mundo aprenda
a temblar ante nuestro paso.