La Gratitud es riqueza, la Queja es pobreza.
Porque donde va la atención va la energía y en eso te conviertes.
Cuando te quejas, ¿dónde está tu atención? ¿En lo bueno o en lo malo de tu vida?
Toma conciencia cuando desvíes tu atención a las quejas, a las críticas, a lo que te falta o a lo que no logras, deja de buscar culpables y de señalar con el dedo.
Si a alguien le va mejor que a ti es porque ha sabido enfocar su atención en lo que quiere durante más tiempo.
Piensa que la dificultad es solo una falta de entrenamiento.
Entrena tu mente para que se enfoque en lo que quieres y no en lo que no quieres. Agradece lo grandioso que ya se te ha dado y esa vibración creará el impulso para dirigirte hacia lo que se te dará.
Eso es escuchar LA VOZ DE TU ALMA.
Laín García Calvo.