«Maestro: Si alguien se acerca a ti con un regalo y tú no lo aceptas, ¿a quién pertenece el regalo?
Discípulo: A quien intentó regalarlo.
Maestro: Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos. Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los carga consigo.»
Solo somos responsables de nuestros actos, la forma de actuar de los demás no es responsabilidad nuestra. Vive en paz contigo mismo y fluye.
¡Feliz día!