Y me di permiso, supere el miedo y me atreví a hacerlo.
¿Y tu te atreves a darte permiso?
Y me di permiso de sentir una ilusión, de esas que te elevan al cielo, da miedo subir tan alto porque se puede caer, pero me di permiso de hacerlo.
Y me di permiso de reír, aunque muchos no entiendan mi sonrisa, aunque el miedo de que se acabe me reprima, pero no importa cuanto dure, cuando sonrió algo en mi vida se ilumina.
Y me di permiso de soñar,aunque el mundo y la vida se conviertan a veces en monstruos rompe sueños. No sé cuántos de ellos enfrentare, pero estoy soñando y me permito hacerlo.
Y me di permiso de llorar, aunque muchos señalen las lágrimas como debilidad, aunque otros se asombren porque nunca me habían visto hacerlo; lloré y se me limpio el alma, me libere de un gran peso.
Y me di permiso de creer, de abrir el corazón y confiar, de mirar al cielo y esperar, de no perder la fe, la esperanza, aunque parezca en contra todo lo demás.
Y me di permiso de perder un poco el tiempo haciendo lo que me gusta, descansando, saliendo de la rutina, divirtiéndome sin mirar el reloj; a veces es necesario hacerlo.
Y me di permiso de pensar y hacer alguna locura, de esas que se recuerdan con una sonrisa y cuentan una historia que nunca se olvida.
Hay tantas cosas de estas que dan miedo permitírselo, porque hacerlo implica enfrentar muchas cosas, que quizás no duren mucho y dejen un vacío, pero que vale la pena el tiempo que sea que existan, porque son parte de lo que es sentirse vivo.
Y me di permiso para ser feliz.
Gracias, gracias, gracias