Nunca te has preguntado, ¿Porque me siento mal, por decir No, sí es lo que YO QUIERO?
La necesidad de complacer a los demás, ¿hasta qué punto es sana?
Un método fácil y de excelentes resultados para afirmar los propios derechos y aspiraciones.
Tanto en nuestra vida profesional como en la social o familiar, todos nosotros tenemos constante necesidad de relacionarnos con otras personas. Unas relaciones que a veces se convierten en una tortura: cuando sentimos que manipulan nuestra voluntad para plegarla a sus proyectos… y, aun sabiéndolo, somos incapaces de negarnos.
A partir de técnicas conductistas, Cuando digo no, me siento culpable ofrece un método fácil y de excelentes resultados para afirmar los propios derechos y aspiraciones sin necesidad de manipular los ajenos, y sin tener las frustrantes reacciones defensivas que, a veces con incomodidad experimentamos.
¿Os suena esto? Así Empieza ;
Hace 3 años o menos, cuando yo era un poquito más joven, estaba obsesionada con agradar a todo el mundo. Me motivaba el refuerzo positivo que recibía al hacer felices a los demás ya que decepcionarles me resultaba profundamente incómodo. Mas que incluso decepcionarme a mí misma.
Además, evitaba el conflicto siempre. Aunque no estuviera de acuerdo con la otra persona sacrificaba mis propios deseos y opinión con tal de no hacerla sentir mal.
Me llevó tiempo liberarme de esta necesidad. Con tiempo se me fue de las manos. Seguía dando a los demás pero a mí no me daba nada. Con tal de conseguir la aprobación de los demás estaba renunciando a la mía propia. Me convertí en una adicta….