Serás feliz me dijo la vida, pero primero te haré fuerte. Te haré resilente, te haré renacer. Te ayudaré a sostener los bandazos, a remar contra viento y marea, a aprender y a abrir con suavidad el tesoro de la fortaleza emocional. Porque yo, la vida, me compongo de buenos y de malos momentos, de dificultades y de oportunidades, de momentos especiales, de huellas, de cicatrices, de compañia, de soledad, de ansiedad y de esa sabiduría que reflejamos tras los tropiezos más caóticos.