Fábula de la luciérnaga y la serpiente

El poco conocido cuento de la luciérnaga y la serpiente nos deja un aprendizaje y moraleja muy importante, si aún no lo conoces no te pierdas esta breve lectura, sé que te va a gustar.

Cuento

Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; esta huía rápido de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir.

Huyó un día y ella no abandonaba, dos días y nada.

Al tercer día, la Luciérnaga paró fingiendo estar cansada, dijo a la serpiente:

– Espera, me rindo, pero antes de comerme déjame hacerte unas preguntas.

– No acostumbro a responder preguntas de nadie, pero como te pienso devorar, esta vez haré una excepción.

– ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?

– No.

– ¿Te hice algún mal?

– No.

– Entonces, ¿Porque quieres acabar conmigo?

– Porque no soporto verte brillar.

La luciérnaga quiso recabar esa información, porque quería entender la situación que a todas luces le parecía sin sentido.

Una vez enterada de la envidia de la serpiente, se limitó a sonreír y volar más alto y rápido aún, con lo que la serpiente se quedó con ganas de ese bocado tan luminoso que demostró estar fuera de su alcance.

En un guiño final de su luz, el bichito alado le gritó a la serpiente, muy encima de ella:

-“Es hora de que aprendas a brillar tú misma de un modo tan hermoso que aún nosotras las luciérnagas, observemos con admiración, tu gran resplandor”

Moraleja

En tu entorno siempre vas a encontrar serpientes que intentaran apagarte, o hacerte de menos, con el único objetivo que no brilles más que ellos, por simple admiración, disfrazada de envidia, aunque muchas veces no lo sepan.

Ante estas situaciones solo debemos hacer 2 cosas:

Parte de esta fábula la puedes encontrar en:


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