Buenos días compañeros de camino. Llevo unos días teniendo esta reflexión, guiada por todo lo que he vivido en estos días cubiertos de la Navidad. Mi vida no ha sido fácil,
he tenido que aprender a que la familia no es sólo quien lleva tu sangre, saber aceptar que no podía pasar los días más importantes del año junto a mi sangre por varios motivos, aceptar situaciones donde haría lo que fuera por haber podido hacer algo para cambiarlo, tanto para mí como para mi sangre, también he sabido valorar que otras familias te abren sus casa, para ayudarte y para darte ese calor familiar y amor que les nace, tratándote como una más de la familia. Ha día de hoy mi reflexión es la siguiente, he pasado muchos años sin poder celebrar la navidad en mi propia familia y gracias a la vida desde hace unos cinco años puedo llenarme de alegría al vivirlo de nuevo, con rostros nuevos y alegrías nuevas, y si, no hay nada más especial. En este último año me he dado cuenta de una cosa, soy feliz por poder rodearme y compartir mesa con mi sangre, dejando atrás el pasado, sonrió al verles sonreír, felices, me entran escalofríos al saber que es verdad, que no es una imaginación que tantos años atrás había deseado y ahora es realidad, se me agranda el corazón al saber que estoy con mi familia, pueden haber pasado miles de cosas, problemas, discusiones… pero en ese momento no importan todos esos malos momentos, dentro de mí solo está esa felicidad de saber que estoy compartiendo el Tiempo, los momentos a su lado, sintiendo la misma sangre que recorren mis venas y eso es lo que me hace feliz. Después de estos días, he compartido tiempo con personas que llevan un par de años en mi vida y me han demostrado que con tan solo mirarme u abrazarme, sentir lo mucho que me aprecian o quieren, sintiendo su amor en mi. Tengo una gran necesidad de compartir esto con vosotros, ¿sabéis porque?. Pienso en mis momentos de calma, ¿y porque no podría ser así siempre? ¿porque sólo en las fechas más indicadas como en Navidad, nos volvemos más sentimentales? ¿porque todos los días no pueden ser navidad? Ojalá todos los días fueran Navidad, amor y alegría. No hace falta que lleguen los Reyes magos o Papá Noel para que se reúna la familia y estemos en paz con nuestros seres queridos, ya sean de nuestra misma sangre o personas que ahora si forman tu nueva familia. ¿Te gustaría siempre sentirte como te has sentido en estos días? Mi respuesta es Si.