Hoy vamos a dar ciertas recomendaciones que pueden serte útiles para alcanzar tus metas en la vida. Si se te ocurren más ideas, no dudes escribirlas en los comentarios. Todos somos expertos en nuestro propio camino, y podemos tener claves que pueden ayudar a los demás.
Descubre tu sueño
Antes de empezar tienes que saber qué quieres conseguir en tu vida. Esto que parece tan simple puede volverse bastante complicado hoy día, sobre todo porque vivimos en una sociedad que se ha acostumbrado a tomar decisiones con la mente. Pocas veces escuchamos lo que sentimos, y realmente eso es lo que hace que acabemos tomando caminos y dejándolos a mitad. A la hora de elegir a qué quieres dedicar tu vida, la rentabilidad de la opción, sus ventajas y desventajas objetivas… A veces no son suficientes. Necesitas tener sintonía con lo que quieres conseguir. Necesitas no pensar exclusivamente en sobrevivir. En definitiva, la idea que tengas necesita sobrevivir a todos los inconvenientes que te pondrá tu mente, y para ello es importante que te des cuenta de que la mente tiene un papel: ayudarte a realizar operaciones matemáticas, a redactar determinados documentos, a transcribir tus ideas… Pero ahí acaba todo. La mente no ha de ser el motor de tu vida, porque allá donde te lleve luego será a ti a quien le tocará sentir las consecuencias. En definitiva, cuando empieces a pensar en posibles ideas, fíjate en el primer sentimiento que te venga respecto a esas ideas, esa impronta que a uno le viene antes de que la mente se ponga en marcha. Y en función de eso, toma tu decisión.
Infórmate acerca de él
¿Has decidido trabajar en un campo determinado? ¿Has decidido estudiar unas oposiciones? ¿O realizar eso que desde hace tiempo querías hacer? Un buen primer paso puede ser entonces informarte bien acerca de cómo llegar allí. Puedes intentar conocer gente que haya conseguido lo que tú quieres lograr para que te digan más o menos el camino que siguieron, puedes mirar academias (si quieres hacer oposiciones), puedes informarte de la formación que necesitas para llegar a trabajar en eso que te gusta y de centros de formación o recursos en internet para conseguirlo. La información es poder y te puede allanar bastante el camino hacia tu sueño.
Rodéate de personas que estén luchando para cumplir sus propios sueños
El tratar con personas que también se están esforzando por conseguir sus objetivos puede ser muy inspirador y puede salvarte en aquellos momentos en que puedas estar apunto de tirar la toalla. Ellos te pueden contar sus experiencias y son los que mejor te pueden aconsejar. Todos conocemos a ese tipo de personas que según qué les digas que quieres hacer ya empiezan a poner más y más problemas. Esto, lejos de ayudar, hace que percibas el camino mucho más empinado y difícil de lo que realmente es y que disminuya tu motivación. Pero la gente acostumbrada a luchar por sus sueños no se para en cada bache que encuentra, sino que tiene la mirada puesta más allá y no se deja amedrentar por cualquier obstáculo que se le ponga en el camino. Si quieres consejo o necesitas ayuda, recurre sin duda a este tipo de personas.
No rechaces ninguna ayuda. Atento a las señales.
A veces cuando te pones a luchar por lo que quieres, de repente surgen personas que te pueden ayudar, oportunidades que nunca uno hubiera pensado que aparecerían, puertas abiertas… No desestimes ninguna ayuda. Si aparecen, es por algo. Y en la historia todos los que han conseguido grandes cosas han contado con ayudas de otros en determinados momentos. Vivimos en una sociedad muy a favor de la independencia para todo. Pero la realidad es que somos seres sociales y que juntos muchas veces llegamos más lejos que por separado. Recibir ayuda no te va a hacer menos digno de mérito por haber cumplido tu sueño. Mérito es también darse cuenta de cuándo avanzar con otros puede ser más apropiado para ti.
Sigue tu propio método
En ocasiones determinadas personas te darán consejos acerca de cómo realizar ciertas cosas. Está bien que los escuches, pero investiga si sus métodos son realmente mejores para ti o no, porque todos somos muy distintos y lo que le va bien a uno puede no ser lo mismo que lo que le va bien a otro.
Divide tu plan en minitareas
Ejemplo, en una oposición no es lo mismo plantearse cada día: «Voy a estudiar para oposiciones» (los 100 temas que entran en el examen), que decir: «Hoy lunes voy a estudiar 2 temas». Eso es mucho más adsequible y te puede hacer sentir que vas avanzando en el camino. Plantearte mucho de golpe o no plantearte nada a priori puede hacer que te agobies y que no rindas lo suficiente en cada área porque quieras abarcar demasiado. Por lo que es importante que cada día te plantees cosas que sea humanamente posible realizar.
Prémiate cada día por los avances realizados
El refuerzo positivo aumenta cualquier conducta que uno quiera incrementar. Si hoy has cumplido con las tareas que te habías planteado, date un tiempo de ocio y de esparcimiento personal. El ser humano necesita despejarse y divertirse. Esto es como cuando en las dietas se deja cierto margen de libertad. Se hace así porque difícil sería mantener una dieta muy estricta durante toda la vida. Lo mismo pasa con nuestros planes. Si nos hacen estar trabajando absolutamente todo el día y no tenemos ni un momento para descansar, acabaremos por estar cansados. El cansancio hará que nos sintamos tristes y terminemos creyendo que nuestro sueño no nos hace feliz, cuando en realidad es nuestra excesiva exigencia con nosotros mismos la que nos lleva a estar así. Además, la mente necesita abrirse a otras cosas, y lo que creemos que es una pérdida de tiempo, a veces nos puede aportar ideas que de ningún otro modo habríamos tenido.
Descansa cada día lo suficiente
Y, ¿cuánto es lo suficiente? Lo suficiente es lo que hace que te levantes de la cama descansado y no te andes durmiendo durante el día. No fijo unas horas determinadas porque éstas varían de acuerdo a la edad de las personas y de sus propias necesidades específicas de descanso.
Nosotros somos humanos y necesitamos descansar para mantener nuestra salud. Si nos olvidamos de que somos humanos y no prestamos atención a nuestras necesidades, nuestro cuerpo/mente puede acabar por enfermar, y eso sería un auténtico obstáculo para poder alcanzar nuestros sueños. Además, a menos nivel, el cansancio hace que tu mente trabaje peor, se le ocurran menos ideas y la falta de energía disminuye tu productividad durante el día.
En momentos de entusiasmo, llena tu casa de carteles
Esto puede parecer poco importante, pero poner en post-its motivos que te hacen levantarte cada día para luchar por tus sueños, hace que esos días en que uno se levanta más apagado, recuerde el por qué escogió ese camino, y te puede automotivar muchísimo. Además, es importante que las frases que pongas sintonicen contigo, porque las hayas escrito tú o porque en su día te llegaran mucho cuando las leíste. Puedes también darte ánimo, recordarte lo que vales… Todo lo que pueda darte fuerza para continuar.
Escucha música motivadora
Ponerte música que te haga querer hasta volar de la felicidad puede servirte para empezar cada uno de tus días con energía. La música es un gran recurso para modular nuestros sentimientos, y como tal la podemos usar siempre que la necesitemos.
Vale más la persistencia que el atracón
Con esto quiero decir que vale más todos los días hacer algo, aunque no sea mucho (no dejando de hacer por lo menos eso todos los días), que un día hacer muchísimo, agotarse, y verse al día siguiente sin ganas de hacer nada más. Cumplir un sueño suele ser un camino a largo plazo, y conseguirlo puede requerir más persistencia que fuerza bruta. Es por eso que planifica tus días teniendo en cuenta tus necesidades y las consecuencias de lo que haces. Seguro que hoy puedes estar 3 horas más y prescindir del ocio pero… ¿cómo te puede afectar eso mañana? No olvides plantearte estas cosas.
